Este estudio explora las transformaciones implementadas en los últimos cuarenta años en un hospital por autoridades de salud con el propósito de institucionalizar la geriatría en el sistema público de salud chilena. Las transformaciones han sido llevadas a cabo a través de un proceso de conversión de identidad que ha implicado altos niveles de ambigüedad debido a la contradictoria coexistencia de la antigua identidad del hospital con las nuevas prácticas en geriatría. Estas ambigüedades están asociadas a un errático y precario apoyo brindado por las autoridades de salud en el desarrollo de una institucionalidad geriátrica. A través del manejo de imágenes, las autoridades han amplificado paradójicamente los logros de estas transformaciones, promoviendo así una aparente complacencia en audiencias internas y externas.