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Estudio liderado por el subdirector de COES presentó evidencias sobre los efectos de la maternidad en las oportunidades laborales de las mujeres

Los resultados sugieren que la “multa por hijo/a” también existe en Chile es significativamente mayor en el sector privado que en el público.

Brechas salariales, barreras de acceso y limitaciones en el desarrollo de la carrera profesional son parte de la realidad del mercado laboral que las mujeres enfrentan a nivel mundial. Desde la academia, uno de los factores que contribuye a esta desigualdad es el impacto negativo ocasionado por la maternidad, fenómeno conocido como “multa por hijo o hija”, que fue el objeto del más reciente estudio del subdirector del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES), Dante Contreras junto a los investigadores, Pablo Muñoz y Cristóbal Otero.

La investigación titulada “Maternidad y Desigualdad de Género en el Mercado del Trabajo”, fue presentada el 5 de septiembre en el Seminario «Multa por hijo(a) en Chile: La permanente desigualdad en el mercado laboral», que fue organizado por COES, Comunidad Mujer y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) del Cono Sur y que contó con la participación del investigador COES, el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo; Country Manager de Statkraft, María Teresa González y la especialista en salarios y tiempo de trabajo de la OIT, Sonia Gontero.

En su discurso inaugural, la Oficial de Programación de OIT del Cono Sur, Patricia Roa, agradeció el trabajo investigativo desarrollado por el equipo de Dante Contreras, y destacó la importancia de pensar el cuidado como una necesidad social. “Este es un tema urgente y que debemos abordar desde la evidencia, desde las normas y la protección. Tenemos que comprometer a trabajadores y empleadores y a la sociedad a abordar el cuidado de los niños y las niñas como un bien de la sociedad para que ejercer el cuidado o la maternidad no sea multada”, declaró.

De acuerdo al estudio liderado por el investigador principal de la línea de las dimensiones socioeconómicas del conflicto de COES, la trayectoria de hombres y mujeres es similar hasta 9 meses antes del nacimiento del primer hijo/a, momento en que la probabilidad de empleo comienza a aumentar para los hombres y a disminuir para las mujeres. 20 meses después del nacimiento, la brecha de empleabilidad entre hombres y mujeres es de aproximadamente 15 puntos porcentuales.

Ante estas cifras, el subsecretario del Trabajo, Giorgio Boccardo señaló que el problema radica en la dificultad de compatibilizar la vida laboral con las labores de cuidado. Aspecto que además requiere revisar las asimetrías en las distintas relaciones laborales para diseñar políticas públicas efectivas. “En la medida que tú no puedes conciliar tu jornada laboral por tu jornada de cuidado es imposible reinsertarse en condiciones de igualdad en el mercado”, explicó.

De acuerdo al estudio, la brecha de ingresos 20 meses luego del nacimiento del primer hijo o hija es de UF 3 mensuales en el sector privado y aproximadamente UF 0.5 en el sector público. Añadido a lo anterior, y en términos porcentuales, 20 meses después del nacimiento del primer hijo o hija los ingresos laborales de las mujeres caen un 35% en el sector privado, y un 20% en el sector público.

Para Dante Contreras, lo crítico del problema reside en que se trata de una situación que se mantiene en el tiempo. ”Cuando nace un hijo se genera la brecha y esta persiste en el tiempo. No observamos que se vaya cerrando y es ahí donde está el problema principal”, advierte.

Además, el economista de la Universidad de Chile añade que “la segunda noticia, que importante no son a la caída de ingreso, es decir si se hubiera observado una caída de ingreso después de una recuperación, se puede concluir que se trata de un problema corto plazo que se puede resolver con alguna forma de política. Sin embargo, acá esto cae y perdura. Esa es una muy mala noticia”.

Salas Cunas como política pública

Para el subsecretario Boccardo desde el Gobierno una de las políticas que apunta a reducir la disparidad laboral entre hombres y mujeres tiene que ver con la extensión del derecho a Sala Cuna, para lo cual es necesario el pacto fiscal. Añadido a ello, el subsecretario planteó el interés del Gobierno de replantear el artículo 203 del Código del Trabajo que establece el mínimo de 20 trabajadoras requerido para que las empresas ofrezcan Salas cunas a sus trabajadoras. “Eso nos parece una condición de justicia elemental en un diseño de política pública. Nosotros creemos que hay condiciones para poder avanzar en esto (…) siempre aparecerá el sistema de los costos laborales en la discusión, pero creemos que los efectos en empleo, en productividad y en redistribución tienen un beneficio tan superior en relación al costo”.

“Desde un punto de vista más tradicionalmente económico, el hecho de lograr una mayor incorporación y permanencia en el largo plazo de la mujer en el mercado de trabajo tiene un montón de beneficios. Agregar un ingreso más a las familias, y eso tiene consecuencias directas sobre los niveles de pobreza”, precisó Contreras. 

A juicio del doctor en Economía de la Universidad de California, es necesaria una discusión que transparente quiénes costean la ausencia de legislación sobre esta materia. ”Alguien lo está pagando de forma indirecta y toda la evidencia muestra que son las mujeres de este país quienes cargan con esto si como sociedad nos negamos a financiarlo. La equidad es cara. La igualdad de oportunidades es cara. Una sociedad desarrollada justa es cara. Si no nos sacamos el velo de decir que esto va a ser gratis, barato o una baratija entonces las cosas no van a funcionar”, subrayó.

Otras sugerencias

Según plantea el informe, otras de las recomendaciones que podrían ayudar a reducir la desigualdad de género en el trabajo tiene que ver con la implementación de políticas de conciliación laboral y familiar, como licencias parentales compartidas y horarios de trabajo flexibles, que permitan a ambos padres participar activamente en el cuidado de sus hijos. “Además para apalancar la participación tanto de madres como padres es necesario apoyar los horarios de inicio y los horarios de salida de tal forma de facilitar la participación laboral. Yo creo que ese sería un diseño correcto”, argumentó Contreras.

Por su parte, la especialista en salarios y tiempo de trabajo OIT, Sonia Gontero, recordó otra medida que ayuda a equilibrar la disparidad de sueldo entre hombres y mujeres y que apunta a transparentar la remuneración en las ofertas de trabajo. Proyecto de ley que se encuentra en tramitación en la Cámara de Diputados desde 2022. “Ayuda tanto a hombres como a mujeres a negociar sus salarios y a enfrentarse a entrevistas de trabajo sabiendo exactamente, cuál es el salario que se paga por dicho puesto. Se trata de transparentar un poco la cancha. Aquí creo que es muy importante que haya mujeres involucradas en los liderazgos y en el proceso de toma de decisión de estas políticas para incorporar la perspectiva de género en el diseño de políticas es importante la voz de las mujeres”, explicó Gontero.

Por su parte, la Country manager de Statkraft Chile, María Teresa González, puso el foco en la responsabilidad del sector empresarial de velar por la generación de entornos laborales adaptados a la necesidades de cuidado de sus trabajadores y trabajadoras: “tenemos que crear en las organizaciones espacios donde las personas hombres y mujeres se sientan libres, se sientan que deber de cuidado tanto hombres como mujeres no es penalizados”.

El estudio, sugiere otro tipo de medidas como el pago directo a las mujeres por el monto estimado de dicha brecha. Pago que puede ser financiado de distintas maneras, por ejemplo, con impuestos generales de la nación o a través de pago directo por parte de los padres.

Fomentar la igualdad de género en el acceso a oportunidades laborales, promoviendo la diversidad y la inclusión en el proceso de selección y contratación, especialmente en el sector público; Ofrecer programas de capacitación y desarrollo profesional específicos para mujeres, especialmente aquellas que reingresan al mercado laboral después de un período de ausencia debido a la maternidad.

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