El miércoles 19 se realizó el Seminario de Cierre de Fondecyt 11190211 del investigador COES Nicolás Angelcos, en el que junto a él expusieron Sam Halvorsen y María Luisa Méndez. Con un auditorio a su máxima capacidad, comenzó la directora de COES con la ponencia “Barrios como arenas de conflicto: lo excepcional de la vida cotidiana”, en la cual reflexionó sobre la relación del espacio y las escalas urbanas. Una discusión central para abordar los procesos actuales en distintas escalas urbanas. Méndez se refirió a la estigmatización territorial y la desigualdad socioespacial como foco principal de los conflictos urbanos, entregando dos posibles conexiones: las escalas, las capas de lo urbano, lo macro y lo micro. Las que en áreas más periféricas, la molestia en el día a día se hace mayor. Y los conflictos en el espacio, aquellos que ocurren en el espacio urbano o en los centros cívicos.
Luego Sam Halvorsen, profesor titular de la Queen Mary University of London, presentó “Territorializando la democracia: participación popular en la ciudad” en la que comenzó citando los contextos coyunturales en la América Latina de los 80´s con sus procesos de neoliberalización, democratización y descentralización.
El geógrafo se enfocó en el territorio, estudiando las estrategias de participación y su relación con el territorio. También estudió la figura de éste como estrategia multi-escalar de la participación política.
Halvorsen señala que :”Representación, participación y movilización no se deben estudiar separadas. La participación popular es un concepto que atraviesa a las tres y surge desde un encuentro entre dos prácticas democráticas centrales en América Latina a principios del Siglo XXI: la democracia participativa y el populismo”.
La tercera presentación: “Teorizar la política popular a escala barrial” la realizó Nicolás Angelcos (COES-UNAB-UChile), quién expuso su Fondecyt, el cual fue colaborativo. Éste comenzó previo al Estallido Social por lo que presentaba un escenario con baja participación de los sectores de bajos ingresos. Luego vino el Estallido, cambiando el panorama. La hipótesis era identificar la participación de los sectores populares en el Estado y cómo teorizar la influencia del espacio en la participación política. El derecho a la ciudad y los movimientos sociales urbanos, el clientelismo de los habitantes de los barrios pobres con los políticos locales en Latinoamérica. Frente a esta batería teórica, Angelcos pregunta: ¿Existe una política de los pobres? Para responderla, con su equipo estudiaron dos barrios populares que se caracterizan por sus altos niveles de segregación y estigmatización.
En ellos se encontraron con que los pobladores consideran que los políticos no tienen interés en sus problemas; ellos participan en política, pero sin convicción. Tal como se destaca en los estudios de clientelismo, el apoyo político es personal, no programático.
“Si se observa la política popular a escala de barrio, se observan distinto tipo de organizaciones y distintas estrategias. En este sentido, no hay una política de los pobres” concluyó Angelcos. Las distintas estrategias están condicionadas por la posición que ocupan los individuos en el espacio social (clase social, género, origen nacional), pero también por su posición marginal en la ciudad. La segregación residencial no produce desintegración, pero sí intensifica la distancia de los sectores populares con el campo político.
Para finalizar, Valentina Abufhele, socióloga patrocinada COES y docente UNAB, realizó una ronda de comentarios sobre las tres presentaciones y abrió el espacio a las preguntas del público.