COES
Texto por Cristóbal Ortiz
En la cuarta sesión del Coloquio de Conflictos Territoriales de COES 2022, Patricia Pintos (Universidad Nacional de La Plata) expuso su investigación titulada “Extractivismo inmobiliario y ficciones neoliberales de la naturaleza”. En esta presentación, la autora caracteriza el proceso de la expansión de las dinámicas urbanas en zonas de conservación de la naturaleza con alto valor ecosistémico, particularmente en el caso de los humedales en Argentina.

Como punto de partida, la investigadora aborda la escasa conceptualización del extractivismo en el ámbito inmobiliario pues, como aclara, el extractivismo se ha limitado a comprender procesos de explotación de la naturaleza con fines de exportación de un recurso. Desde esta constatación, Pintos va más allá y extiende el proceso de extractivismo al proceso de urbanización, identificándolo –en línea con geógrafo Rodrigo Hidalgo– como una extracción de renta del suelo a partir de la apropiación de recursos de la naturaleza. De esta manera, en palabras de Pintos:

«Esta extracción de renta [de suelo] no está ligada solamente al proceso de expansión de la ciudad, sino a la internalización de activos ambientales valiosos –en este caso humedales– como parte del proceso de valorización del suelo que se ofrece como áreas de expansión de las ciudades. Aquí lo que se hace es internalizar el valor escenográfico de estos paisajes como un elemento que permite la valorización del suelo, esa internalización de rentas».

En cuanto al proceso de extractivismo inmobiliario en específico, Patricia Pintos destaca otros cuatro procesos asociados que permiten comprenderlo: la acumulación por desposesión, la financiarización, el urbanismo neoliberal y la mercantilización de la naturaleza. Así, lo que estaría a la base de este tipo de extractivismo, sería la “solución espacial” (spatial fix) al problema de acumulación de países centrales. Esto, en línea con David Harvey, describe el agotamiento de condiciones acumulación y la sobreproducción en estos países, quienes desvían sus capitales hacia otros territorios de la periferia, generando nuevas áreas para la acumulación. Sumado a ello, los procesos vinculados de valorización de la vivienda en el mercado bursátil,  los diversos mecanismos de gobernanza urbana promercado y la comodificación de la naturaleza, configuran la extracción de renta de suelo en lugares de naturaleza o extractivismo inmobiliario.

En un nivel más detallado, la investigadora identifica doce mecanismos con los cuales opera el extractivismo inmobiliario:

  1. Formación de un cuerpo de ideas performativo-legitimador que valida sus prácticas.
  2. Reconfiguración de las políticas públicas y de la infraestructura institucional a las necesidades del mercado.
  3. Incorporación de suelo público a proceso de renovación o expansión urbana.
  4. Labilidad de compromisos públicos frente a la presión de elites empresariales.
  5. Puerta giratoria de entrada y salida, que permite por un tiempo formar parte del funcionariado público, para luego pasar al sector privado y viceversa.
  6. Utilización del lobby para influir en las decisiones de autoridades pública.
  7. Inobservancia de los procedimientos administrativos y legales.
  8. Focalización del mercado del suelo hacia los segmentos más dinámicos y de mayor solvencia.
  9. Presencia de empresas con capacidad de actuación en múltiples escenarios.
  10. Desarrollos inmobiliarios focalizados en la diferenciación de productos.
  11. Formalización de discursos publicitarios orientados a fortalecer determinados idearios y representaciones.
  12. Desnaturalización de ecosistemas para forzar cambios en la calificación del suelo.

En síntesis, la exposición de Patricia Pintos revela un proceso más profundo de subalternización de la naturaleza, cuyo valor se somete a la condición de artefacto cultural, despojándola de su valor ecosistémico y colectivo. Asimismo, pone en evidencia la tensión entre la existencia de bienes comunes de la naturaleza y el ejercicio de derechos de propiedad en sociedades patrimonialistas. Todo lo cual produce que el ejercicio de derechos de propiedad vulnere y arrasa los bienes comunes de la naturaleza y, con ello, los derechos colectivos de la población. Por otra parte, el proceso de extractivismo inmobiliario expone la población a la reproducción de la segregación y el despojo, así como a riesgos ambientales producto del desmembramiento de los territorios de alto valor ecológico.

Revisa el registro de esta sesión aquí:

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