Entrevista de Radio Análisis, Radio UChile
La pandemia por COVID-19, que llegó a Chile en marzo de 2020, dejó al descubierto grandes desigualdades de género en el mercado laboral, en tanto las mujeres incrementaron sus horas de trabajo no remunerado al adquirir tareas del hogar en este nuevo contexto de teletrabajo.
Bárbara Flores, investigadora postdoctoral de la línea Dimensiones Socioeconómicas del Conflicto en COES y en el Núcleo Milenio en Desarrollo Social (DESOC); y docente del Departamento de Economía de la Universidad de Chile, puntualiza en que desde 2015 ya se veían brechas importantes en materia laboral y uso de tiempo entre hombres y mujeres, pero que la pandemia las profundizó.
«Desde antes de la pandemia se puede ver que las mujeres usan en promedio una jornada laboral más que los hombres para hacer actividades no remuneradas, incluyendo cuidado infantil, de adultos mayores, tareas domésticas y labores de cuidados», sostiene la investigadora, agregando que «el uso del tiempo, que es un recurso, afecta el bienestar de las mujeres y de los hombres«.
«A raíz de la pandemia, y considerando que todos teníamos que estar en las casas, se expuso una crisis de cuidados que pega fuertemente a las mujeres, ya que son ellas las que tuvieron que salir del mercado laboral en mayor porcentaje, y hemos visto que se han disminuido diez años en lo que era participación laboral», puntualiza Flores.
Para la académica, no tan solo se vio afectado el bienestar de las mujeres, sino también «la economía del hogar y empoderamiento de las mujeres para generar sus propios recursos, al tener que quedarse en la casa a hacer tareas no remuneradas«.
Aún así, un aspecto positivo que se ha podido ver y que surgió a raíz de la pandemia es que se ha flexibilizado el mercado laboral en el proceso de adaptación a este nuevo escenario, lo que ha permitido compatibilizar el trabajo con otras necesidades familiares.
«La pandemia ha dejado al descubierto que es posible flexibilizar el mercado laboral, lo cual permite que se pueda conciliar de mejor manera la familia y el trabajo. Por ejemplo, que el postnatal pueda ser tomado por los hombres es una buena iniciativa, pero vemos que menos del 1% de quienes son padres utilizan esta política, por lo que es importante que haya un cambio cultural«.