CEPR Universidad Adolfo Ibañez
El Centro de Economía y Política Regional de la Universidad Adolfo Ibañez, en conjunto con el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) publican el Boletín Laboral CEPR, en base a los datos del trimestre móvil Julio-agosto-septiembre (JAS-2020) publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) el pasado 30 de octubre de 2020.
Este informe evidencia que, si bien las regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, Valparaíso, Metropolitana y Bío-Bío mostraban indicios de recuperación económica, sufrieron un estancamiento. En concreto, el mercado laboral de todas las regiones, en mayor y menor medida, siguen siendo afectadas por la crisis sanitaria.
Arica y Parinacota
Los resultados generales de la región dan cuenta de que las cuarentenas y restricciones vehiculares a finales de septiembre, como medidas para combatir las tasas de contagio por COVID-19, siguen impactando al mercado laboral.
En cuanto a la ocupación actual, que es de 90.430 personas, se aprecia un estancamiento, dado que respecto al trimestre móvil anterior solo hay 131 ocupados más. Este hecho confirma la desaceleración de la caída del impacto del COVID-19 en el mercado laboral nacional y regional.
Por otra parte, el estancamiento de la potencial recuperación regional coincide con que esta reingresó a la fase 1 de cuarentena, medida sanitaria que afecta a la comuna de Arica desde el 14 de julio. La brecha de 23.248 ocupados menos que el mismo trimestre de 2019 podría incrementarse en los próximos meses, cuando se registre el impacto de los 140 días que acumula la comuna en cuarentena total.
Comparando JAS-2020 con el mismo periodo de 2019, los sectores que muestran mayor pérdida de participación en la ocupación regional son: Comercio (15,13% vs. 19,98%); Construcción (4,97% vs. 7,97%); y Transporte, información y comunicaciones (6,30% vs. 8,17%). Por el contrario, los sectores que han ganado ocupación son: Administración pública y defensa (15,31% vs. 10,38%); Educación (11,90% vs. 8,42%); y Agricultura, silvicultura, ganadería y pesca (10,48% vs. 8,58%). Sin embargo, la menor pérdida de empleo en el periodo JAS-2020 para estos sectores, ha sido en base a aumento de empleos informales y, por ende, con baja cobertura de prestaciones sociales.
Por último, la crisis está afectando más la ocupación regional femenina. Mientras la ocupación masculina subió en 227 personas, el mercado laboral femenino perdió 96 ocupaciones.
Antofagasta
En el trimestre julio-agosto-septiembre (JAS-2020), los ocupados disminuyeron en más de 50 mil en comparación con el mismo trimestre de 2019. Esto implica que continúa disminuyendo la actividad del mercado laboral, sugiriendo una caída significativa también en la producción y el crecimiento y reforzando la tendencia mostrada en el trimestre previo. Por otra parte, Se observa un estancamiento de la ocupación en comparación al trimestre móvil anterior. De hecho, los ocupados aumentaron en apenas 269 personas.
Pese a dicho estancamiento, el problema de la baja de la ocupación sigue siendo muy grave. La tasa de desocupación es mayor en 5,1 puntos porcentuales en comparación a que tenía la región de Antofagasta en el mismo trimestre de 2019.
La tasa de desocupación disminuyó levemente de un 12,8% a un 12,5%. Mientras tanto, la tasa de desocupación combinada (SU3) aumentó, pasando de un 27,6% a un 27,9%. Es importante considerar que este aumento podría deberse a que existen más personas inactivas potencialmente dispuestas a salir a buscar trabajo, por lo que SU3 es un mejor indicador en tiempos de crisis como la actual. Debido a lo anterior, la brecha entre la tasa de desocupación y desocupación combinada volvió a aumentar (15,4%). Es importante destacar que, antes de la emergencia sanitaria, la brecha entre estas dos tasas de desempleo se mantenía estable y alrededor de un 6%. Sin embargo, tras seis meses de pandemia en el territorio nacional, la diferencia entre ambos indicadores aumentó notoriamente, encontrándose actualmente en un 15,5%.
La tasa de desocupación combinada -que incluye a los inactivos que están dispuestos a trabajar pero que no han salido a buscar empleo- alcanza 27,9%, indicando que al menos una de cada cuatro personas que desean trabajar está sin empleo.
El efecto de la pandemia en la región de Antofagasta -considerando los datos introducidos en abril y mayo- hizo que las mujeres perdieran relativamente más empleos que los hombres, aunque tenían una participación menor. Sin embargo, la recuperación del empleo femenino comenzó en el trimestre pasado, mientras que los hombres continúan en el piso del ciclo.
Con la introducción de los datos de septiembre, podemos apreciar que hay 2.260 más mujeres ocupadas, mientras que los trabajadores de sexo masculino disminuyeron su ocupación en 1.992 personas. Pese a ello, el empleo femenino ha sido fuertemente afectado en esta crisis sanitaria, especialmente en aquellos sectores con alta proporción de mujeres ocupando sus cupos de trabajo (Comercio, Alojamiento y Comidas, Servicios, etc.). Junto con lo anterior, durante esta crisis las responsabilidades domésticas han recaído desproporcionalmente en manos de mujeres.
Valparaíso
Por primera vez desde Enero 2020, la ocupación en la Región de Valparaíso se empieza a recuperar, con 12 mil ocupados adicionales este trimestre en relación al anterior. Sin embargo, la tasa de desocupación aumentó levemente, de 14,0% a 14,4%. Esto debido a que también aumentó el número de personas activas, que trabajan o buscan trabajo.
Si bien la tendencia va en el sentido deseado, la región tiene 214 mil ocupados menos que el mismo trimestre del año 2019, es decir, el empleo se ha contraído en casi 24% en los últimos 12 meses. Los niveles actuales de ocupación son hoy menores de los que teníamos hace 10 años atrás. No obstante lo anterior, los datos de agosto 2020 muestran el inicio de la recuperación de la crisis, teniendo 12.099 mil ocupados más que el trimestre inmediatamente anterior (JJA-2020).
La tasa de desocupación llegó a 14.4%, mientras que la tasa de desocupación Combinada SU3, tasa que incluye a los inactivos que estarían potencialmente dispuestos a salir a buscar trabajo, disminuyó a 31,7%. Si bien la brecha entre las dos tasas (17 puntos porcentuales) está muy por encima de la brecha promedio antes de la pandemia, este trimestre empezó a disminuir.
Las expectativas económicas y el desaliento parecieran empezar a mejorar en la región dado que disminuye
relativamente más las personas que reportan no haber buscado empleo (y quedarse en la inactividad) porque creen que simplemente “No encontrarán”.
En cuanto al análisis de las diferencias de empleo por género, se aprecia que la crisis ciertamente ha afectado a las mujeres proporcionalmente más que a los hombres. Aún así, por primera vez desde febrero, aumentó el número de mujeres ocupadas en la región, en 2.516 personas. Sin embargo, la recuperación del empleo femenino es muy inferior al empleo masculino, el cual aumentó en casi 9.600 este trimestre en relación al anterior.
Los sectores que muestran más pérdida de participación en la ocupación regional con respecto a JAS-2019
son: Alojamiento y Servicios de Comidas (3,1% vs. 6,1% en JAS-2019); Comercio (16,7% vs. 19,0% en JAS -2019) y Actividades de Hogares (2,4% vs. 4,7% en JAS-2019), y Construcción (7,4% vs. 8.8% en JAS -2019). Por otro lado, algunos sectores han aumentado los niveles de ocupación, en términos absolutos y relativos: Industrias Manufactureras (10,4% vs. 6,8% en JAS-2019); y Administración Pública y Defensa (7,8% vs. 5,9% en JAS-2019).
Metropolitana
Existe una reducción en 650 mil personas empleadas y un incremento de 154 mil personas desocupadas entre el trimestre actual y el mismo del año 2019. Esto implica un 17% menos de empleos, al comparar el trimestre actual con el mismo del año 2019. La caída en el número de empleos es similar pero levemente menor a la presentada en el boletín anterior, lo que refuerza la idea de que la profunda caída en el número de empleos se puede estar revirtiendo, aunque todavía a un ritmo muy lento.
Existen 112.859 más ocupados respecto al trimestre inmediatamente anterior, continuando la mejoría observada en el boletín anterior. A su vez, los inactivos caen en un número prácticamente equivalente al aumento del empleo, a saber, hay 108.260 menos inactivos respecto al trimestre anterior. La variación en número de desempleados es menor, lo que confirma que el grueso de los ajustes durante esta crisis ha sido el paso de empleo a inactividad y viceversa.
Esta mejoría se ve reflejada en la evolución de la tasa combinada de desocupación, la que al igual que en el trimestre anterior, vuelve a caer (esta vez 1.6 puntos porcentuales). La tasa de desocupación convencional se mantiene estable aunque también exhibe una leve caída (0.4 puntos porcentuales). Esta diferencia refuerza la idea de que en una crisis como la actual, donde la inactividad tiene tanta variación, lo correcto es mirar la variación del empleo o bien de la tasa combinada de desocupación, la que considera a las y los inactivos que trabajarían en caso de poder hacerlo. A pesar de lo anterior, las perspectivas futuras de las y los inactivos parecen empeorar levemente respecto al trimestre anterior, dado que señalan que no buscan trabajó pues creen que “no encontrarán” o que no se producirá “repunte en el mercado”.
Respecto a las diferencias de género, lo primero que resalta es que la crisis ha golpeado fuertemente a ambos. En términos porcentuales la caída en empleo ha sido levemente mayor en el caso de las mujeres. Adicionalmente, en sectores económicos de alta participación de mujeres, se observan caídas significativas en el empleo de mujeres, lo que indica que para recuperar el empleo femenino se debe apuntar a esos sectores. También se observa que la recuperación no ha llegado para trabajadores de educación primaria.
En el trimestre Julio-Agosto-Septiembre (JAS) 2020, los ocupados disminuyeron en 650.660 en comparación con el mismo trimestre del 2019, una reducción que equivale a un 17%. Esto implica una fuerte disminución de la actividad del mercado laboral sugiriendo una caída significativa también en la producción y el crecimiento. El grupo de inactivos aumentó en 672.837 con respecto al trimestre JAS de 2019. Una característica de estos meses de crisis ha sido que una gran proporción de quienes pierden un trabajo, no salen a buscar uno nuevo.
Bío-Bío
Los datos muestran que, en el trimestre móvil julio-agosto-septiembre 2020 (JAS-2020), la recuperación observada en el periodo inmediatamente anterior (JJA-2020) se ha estancado levemente, mientras que la tasa de desocupación combinada (SU3) también tuvo una leve disminución, pasando desde 26,1% a 25,9% en comparación con JJA-2020.
por otro lado, el número de ocupados comienza a aumentar lentamente, pasando de 590 mil a 592 mil. Asimismo, la tasa de desocupación se mantuvo en 10,2%, al igual que disminuyen los inactivos respecto del trimestre anterior (687 mil versus 689 mil en JJA-2020). Estos cambios son consistentes con un período de leve aumento estacional observado en estas fechas en los años anteriores.
El empleo femenino ha sido fuertemente afectado en esta crisis sanitaria, especialmente en los sectores económicos que tradicionalmente poseen una mayor participación de mujeres en la región. Mientras esto ocurre, las responsabilidades domésticas han recaído de forma desproporcionada en manos de ellas.
Es probable que los resultados que entrega JAS-2020 estén relacionados con la cuarentena decretada en gran parte de comunas del Concepción metropolitano y que estuvo vigente entre el 28 de agosto y el 18 de octubre recién pasado (a excepción de Tomé, Lota y Coronel que se mantienen en fase 1).
Tal como ocurrió en el trimestre móvil anterior, sigue disminuyendo la diferencia de personas ocupadas -en comparación con el mismo trimestre de 2019- llegando a 109.379, lo que refleja un incipiente fortalecimiento de la recuperación en el empleo. En relación con el mes anterior, se observa nuevamente una reducción en el número de inactivos en 2.200 personas, lo que muestra un mayor esfuerzo por conseguir un empleo y, además, refuerza la tendencia a la baja del último mes. En tanto, el empleo se incrementa, pero de forma más leve que en JJA-2020, en poco más de 2.500 personas. Asimismo, la desocupación aumentó, pero en solo 400 personas, cifra que muestra un estancamiento en la recuperación vivida en el trimestre móvil anterior.
En las personas que permanecen inactivas, se mantienen como principales razones para dejar de buscar empleo el esperar mejores condiciones del mercado laboral (20.591 personas) y al desaliento, con 15.295 personas que señalan que no están buscando empleo debido a que creen que «no encontrarán».
La tasa de desocupación combinada (SU3), que considera también a los inactivos que estarían potencialmente dispuestos a salir a buscar trabajo, llega a un 27,5% en mujeres y a un 24,8% en hombres, mientras que el promedio regional de SU3 es de 25,9%. Es importante destacar que, antes de la emergencia sanitaria, la brecha entre las tasas de desocupación y desocupación combinada en la región se mantenía estable y alrededor de un 9%. Sin embargo, tras seis meses de pandemia en el territorio nacional, la diferencia entre ambos indicadores aumentó notoriamente en el Bío-Bío, encontrándose actualmente en un 15,7%.
Esto es especialmente interesante porque indica que las políticas que se están implementando en la zona tienen una respuesta positiva de parte de la población, por lo que debemos mirar con mayor atención que está haciendo la región del Bio-Bío, ya que aparentemente las acciones orientadas a paliar los efectos negativos de la pandemia están dando mejores resultados que en el resto del país.