Publicado en El Mercurio
Iniciativa plantea hacer “sacrificios” por la crisis. Expertos miran con cautela la propuesta, y algunos creen que podría afectar la salud y la productividad.
La pandemia mundial por el covid-19 tendrá un fuerte impacto negativo en la economía chilena, tanto por su dependencia de grandes potencias afectadas, como China y Estados Unidos, como por los días en que la gente no podrá trabajar por el cierre de los distintos servicios.
Así, una propuesta para aminorar en alguna medida el efecto en el país, publicada ayer en una carta en “El Mercurio”, es que en vista del complejo escenario se deroguen los feriados del 2020 posteriores al fin de la emergencia sanitaria.
Rodrigo Icaran, estudiante del Magíster en Economía UC, planteó que “en época de ‘vacas flacas’, debiésemos estar todos dispuestos a hacer algunos sacrificios con tal de lograr hacerlas engordar un poco más”.
Bien comunitario
¿La ciudadanía cedería sus feriados? Aunque se podría recuperar tiempo de trabajo, expertos plantean que la gente no estaría dispuesta a asumir esta medida. Por otro lado, también aseguran que podría ser perjudicial después, tanto por la salud de las personas como por su productividad.
María Paz Trebilcock, directora del Departamento de Sociología de la U. Alberto Hurtado, postula que “si algo nos enseñó esta crisis es la solidaridad, de que la responsabilidad de cada uno pasa por tomar decisiones que nos permitan ir avanzando”.
Sin embargo, advierte que la ciudadanía no renunciará a sus feriados legales. A su juicio, hacerlo “significa cambiar de punto de vista, de uno de satisfacción y bienestar individual a una lógica más comunitaria”, lo que no se condice actualmente “con el sistema, que no entrega compensaciones colectivas y no apunta en ese sentido comunitario”.
El director ejecutivo de Ciudad Emergente, Javier Vergara, dice que “la propuesta es provocadora porque te hace reaccionar, de que efectivamente habrá que hacer algo”. Eso sí, considera que es una idea algo “apresurada”, porque “hay tantas variables abiertas hoy, que adelantarse con propuestas de ese tipo me parece que es no entender lo excepcional del momento”.
Similar opina la socióloga Carolina Stefoni, de la U. Mayor, quien afirma que con el aumento de los contagios y las víctimas por el virus “nos vamos a ver enfrentados a una situación de una angustia, temor y conmoción social que yo creo que no hemos vivido como país hace mucho tiempo. Eso genera un estrés individual y colectivo muy grande”.
Así, la también investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) señala que “no se saca nada con poner a trabajar a gente que tenga altos niveles de estrés y angustia, porque eso después rebota y son muchas más licencias y es mucho más lento”.
Sin embargo, afirma que se podría llegar a un punto de equilibrio respecto de la propuesta: “Ahora, Chile tiene hartos feriados; entonces, puede ser que se elimine uno o que, por ejemplo, el 18 de septiembre no sea sándwich o que solo sea un fin de semana largo. Se pueden buscar fórmulas alternativas”.
Stefoni insiste en que la gente debe tener un descanso, aunque sea corto, “que permita ir retomando actividades, salir un poco del shock.