Por Emmanuelle Barozet y Oscar MacClure
Publicado en El Llanquihue
Tras el 18/O, realizamos un estudio en Santiago y Puerto Montt, basado en conversaciones con grupos de personas de distintos niveles socioeconómicos, que constata el inédito panorama de las emociones que han surgido. Tanto en la metrópoli como en esta ciudad existen importantes rasgos en común en los relatos, sentimientos que antes no se manifestaban porque se vivían de forma privada. Miedo, enojo y rabia se expresan con intensidad; así como desconfianza y sospecha hacia la elite. Además, se plantea la esperanza de un cambio y preguntas sobre la identidad que compartimos.
Un resultado relevante del estudio es que reaparece la palabra «pueblo», con un significado amplio que incluye incluso hasta el estrato medio-alto. Utilizamos tarjetas con personas representativas de la sociedad; frente a una que graficaba al dueño de una empresa de construcción de ingresos medios-altos, una auxiliar de aseo de Puerto Montt dijo: «Yo creo que él está apoyando lo que pide el pueblo».
Una tarjeta que provocó discusión fue la de un estudiante de liceo, de bajos ingresos, que vive en una población, quien fue caracterizado en Puerto Montt como chilote e indígena. Los más temerosos lo criticaron por la violencia, pero otros le vieron dos caras: una tranquila y otra encapuchada, afirmando que no buscaba vandalizar, sino luchar por la igualdad.
También detectamos particularidades regionales. Se señala que en Osorno hay más campamentos, lo que explicaría que las protestas sean más intensas que en Puerto Montt. Las desigualdades serían agudas no tanto al interior de esta ciudad, sino al comparar una población local con un sector acomodado de Puerto Varas.
Casi todos coinciden en que los jóvenes «no le tienen miedo a nada». Muchos adultos señalan que dejaron atrás una «resignación» por los bajos sueldos y maltratos, así como el temor del 73 en el caso de la generación mayor, el que frenaba reclamar.
En sociología esto se llama liberación emocional, lo que induce a escuchar los razonamientos de los demás, incluyendo a los menos privilegiados.