Daniela Jara, investigadora adjunta de la línea de Conflicto Político y Social de COES y académica de la Universidad de Valparaíso, participó en el lanzamiento del libro «Historias Desobedientes» en el Parque Cultural de Valparaiso, también conocido como Ex-Carcel.
¿Y de qué se trata el texto? Cuenta las historias de vida de diversos hijos de genocidas argentinos, quienes asumieron una postura crítica y en búsqueda de justicia por los crímienes de sus familiares, rompiendo el pacto de silencio que muchos han tomado en aquel país.
Durante esta presentación, se realizó una cronología de las voces incluidas en este trabajo, todas ellas disidentes dentro de la memoria militar de Argentina.
Además de Jara, comentaron este trabajo Vittoria é Natto (docente, poeta y miembro de Historias Desobedientes), Isolda Torres (Directora de teatro y dramaturga) y Pepe Rovano, realizador audiovisual y estudiante del Doctorado en Estudios Interdisciplinarios sobre Pensamiento, Cultura y Sociedad de la Universidad de Valparaíso, quien trabaja temas de Derechos Humanos y que también fue el primer chileno en sumarse a este proyecto.
Para la investigadora de COES, este texto es «un ejemplo inédito» dentro del «activismo en temas de memoria historica, cultura política y Derechos Humanos», añadiendo que se encuentran activos desde el año 2017 sumando «más de 70 miembros argentinos, más tres miembros chilenos: dos hijos y una sobrina de represores».
«Este libro tiene dos secciones: una de historias de vida, donde muestra la vida privada de los hijos, y otra sección donde muestra la dimensión comunitaria del movimiento. En muchas de estas historias se muestra cómo el discurso patriarcal, característico la institución militar y el discurso nacional, se vive también en el ámbito afectivo y de relaciones personales. En otros casos, las historias muestran los niveles de disociación afectiva que puede generar la cultura del miedo y la violencia política. El libro busca sobre todo ir más allá y mostrar las implicancias sociales de estas historias personales: qué significa hablar y sacar a luz una nueva dimensión intergeneracional, que aporta nuevas reflexiones y que sobre todo rompe el pacto silencio», agregó Daniela Jara.
Finalizó señalando que la relevancia de este trabajo en el contexto chileno es que «muestra experiencias disidentes a la segmentación de la memoria, y por eso es importante: nos muestra que sí hay matices en la transmisión intergeneracional y que la memoria no solo es reproductora sino también productora y transformadora».