COES
Opinion

[OPINIÓN] Salud mental y primera infancia

Por Diana Kruger

Publicada en La Segunda

El Gobierno de Chile ha puesto la primera infancia dentro de sus prioridades. Esto es una buena noticia, ya que es en este período en el que se adquieren las habilidades, tanto cognitivas como no-cognitivas, que sientan la base para el
desarrollo futuro del niño. Existe amplia evidencia sobre el impacto positivo que pueden tener las políticas publicas orientadas a este período de la vida, apropiadamente diseñadas y ejecutadas, en diversos resultados futuros.

La evidencia internacional muestra que, entre otras cosas, la inversión en infancia temprana aumenta los logros educacionales en la etapa escolar (lo cual a su vez amplía oportunidades laborales), y también reducen  comportamientos de riesgo, tales como son embarazos precoces y conductas delictivas. Para el diseño efectivo de políticas públicas enfocadas a la primera infancia, se vuelve relevante analizar los factores que afectan el desarrollo infantil temprano.

Algunos de ellos son el entorno del niño, como características en su hogar, el acceso a establecimientos de cuidado infantil y educacionales, así como el acceso a servicios de salud. Respecto a estos últimos, sabemos también que el estado de salud de la madre durante el embarazo tiene un efecto en la salud del niño cuando nace. Sin embargo, no sabemos tanto respecto del rol que juega la salud mental de la madre en el embarazo. En un estudio reciente para Chile, hemos encontrado que si una madre es expuesta a altos niveles de stress durante su embarazo, esto afecta
negativamente la capacidad del niño de desarrollar habilidades cognitivas y aumenta sus problemas conductuales en los primeros tres años de vida.

Esto es preocupante, ya que Chile es un país con alta incidencia en problemas de salud mental, particularmente entre mujeres. Chile tiene una larga historia de políticas de salud pública orientadas hacia la salud física de las madres y su hijo en el período pre-natal, sin embargo, el Estado chileno está al debe en la cobertura de problemas de salud mental.

Nuestros resultados indican que la salud mental en el embarazo juega un rol crucial en el desarrollo de los niños; por lo tanto, políticas publicas orientadas a mejorarla tanto en la población general, pero en particular en madres en período gestacional, deberían ser también una prioridad en la agenda de primera infancia.

Relacionados

[OPINIÓN] Privar de libertad: un mecanismo eficiente para que menores de edad vuelvan a delinquir

COES

[OPINIÓN] Sentido y perspectivas de un proceso transformador

Cristian Pedrero G

[OPINIÓN] Necesitamos hacer crecer la caja de herramientas

COES
COES