¿Cuáles son las principales preguntas de investigación que abordas en COES?
Desde que comencé a trabajar en COES he abordado varias temáticas, algunas de esas más relacionadas con lo que ya había trabajado y otras que son más nuevas. Mis principales temas de investigación han estado en general relacionados con relaciones intergrupales, especialmente en temas de inmigración. En mi proyecto Fondecyt trabajamos en analizar conversaciones entre chilenos y peruanos en una serie de estudios que tenían el objetivo de entender cuándo y por qué tenemos conversaciones más o menos positivas con personas de otra nacionalidad. El resultado más interesante del estudio es que las conversaciones fueron tremendamente positivas, de hecho los participantes chilenos lo pasaron mejor cuando conversaron con peruanos que cuando conversaron con otros chilenos. Creo que esto muestra que al menos es posible, cuando se dan las condiciones, tener excelentes relaciones con personas de otros países.
Otro estudio interesante en la misma línea fue un análisis del uso de espacios comunes en Santiago, específicamente de la plaza Yungai, que es un lugar con una proporción relativamente alta de inmigrantes. En ese estudio hicimos una serie de observaciones en terreno para conocer la distribución de las personas en esta plaza (y qué tanto contacto hay entre chilenos e inmigrantes), y entrevistas también que se enfocaron en temas de identidad y el sentido de comunidad que hay en estos barrios. También trabajé en otro estudio con estudiantes universitarios en que analizamos cómo se distribuyen en la sala de clases, en ese caso ya no enfocado en inmigración sino en los niveles de segregación informal que pueden darse según nivel socio-económico, por ejemplo, y que refleja que hay menor contacto del que podría haber dada la diversidad de estudiantes que existe.
Pero quizá el tema que más claramente tiene que ver con participación política o ciudadana es un estudio que fue parte de la encuesta Foco Ciudadano de MIDE Sociedad, donde tratamos este tema desde un nivel muy amplio, considerando conductas como voto, pero también conversar sobre política, participar en movimientos sociales, contactar a representantes, etc. En general hay bajos niveles de participación, pero nuestra idea era ir un poco más allá y estudiar las distintas formas de integrarse o no con el mundo político. Para eso incluimos también temas de descontento con el sistema político, la percepción de que hay que hacer cambios importantes, el cinismo o la desconfianza en los políticos y los niveles percibidos de corrupción.
A partir de eso obtuvimos cuatro categorías en los análisis, personas muy descontentas que no participan, que llamamos los desilusionados retraídos y que son la mayoría de las personas, pero también hay un grupo importante de personas muy descontentas que sí participan, que llamamos los desilusionados rebeldes. Las personas con niveles más bajos de descontento en general no participan (los conformistas retraídos), pero hay un grupo más pequeño que sí participa en el sistema político (los conformistas integrados), especialmente en cosas como contactar a representantes. En el estudio hay varios resultados interesantes, por ejemplo que las diferencias ideológicas entre estos grupos no tienen mucho que ver con la orientación política en un sentido tradicional de izquierda o derecha, donde la mayoría de las personas dice no pertenecer a ninguno. Y que aunque los niveles de participación son bajos en general, las personas dicen que sí les importan los temas que se discuten en política. En general la investigación sobre este tema ha estado bastante enfocada desde el mundo político tradicional, enfocándose en entender por qué las personas no votan ocupando predictores como nivel educacional, por ejemplo. En ésta es un poco distinto porque los resultados destacan más bien un problema con el sistema político en general, y esto es algo que no es exclusivo de Chile y se junta con investigaciones internacionales más nuevas en esta misma línea también.
¿Cuál consideras que ha sido el mayor logro en tu carrera como investigador? ¿y el mayor fracaso?
Creo que es el mismo, y en verdad lo considero más un logro que un fracaso. Desde que comencé a trabajar en la universidad he estado siempre buscando nuevas preguntas de investigación que abran un poco los temas en que trabajé en el doctorado, y esto ha estado relacionado también con ocupar nuevas metodologías en las que tenía menos experiencia: análisis de conversaciones, análisis cualitativo, análisis de redes, análisis de estadística espacial en el estudio de integración en salas de clase y en el estudio de uso de las plazas, por ejemplo. Es lo que me gusta hacer y creo que es importante incorporar múltiples metodologías en mi investigación, lo que va acompañado de preguntas distintas también. El lado negativo de esto es que requiere más tiempo para definir y manejar estas metodologías, genera más inseguridad, y creo que podría haber sido más estratégico con el tema. Es muy importante colaborar con otras personas que ya tengan más experiencia en esos temas, y lo he hecho, pero creo que lo podría haber hecho mejor. Ahora estoy justamente enfocado en eso, en ir cerrando y publicando estos trabajos y en conectarme más con otros investigadores que me pueden ayudar con ese proceso.
¿Cuál crees que podría ser el aporte a la sociedad de tu investigación?
Yo creo que la investigación social en general es tremendamente relevante para la sociedad, y un aporte fundamental. Avanzar en el conocimiento de las dinámicas de inclusión o exclusión social y cómo se relaciona con temas de identidad, normas sociales, etc., es crítico para que podamos discutir mejor qué es lo que queremos promover como país, o como sociedad en general. Creo que las investigaciones que hacemos cada uno contribuyen a esto, pero este es un proyecto mucho mayor que involucra a miles de personas y al menos décadas de trabajo. Las investigaciones individuales aportan, pero tienen sentido solamente en el contexto de este proyecto mayor. Para hacer un análisis de la situación en Chile, por ejemplo, no nos podemos basar simplemente en los resultados de un estudio, hay que integrarlo con la investigación general que se ha hecho sobre el tema tanto en Chile como en otros países, y con las teorías que se han ido desarrollando en conjunto con estas investigaciones.