Por Sofía Donoso
Publicado originalmente en La Segunda
De vez en cuando, frente a hechos de notoriedad pública como por ejemplo el paro del Registro Civil el año pasado o la huelga de los contratistas de Codelco en 2007, la conflictividad laboral se toma el debate público. Una vez resueltos estos conflictos, sin embargo, se diluye el debate y perdemos de vista las tendencias más generales. En su reciente informe anual, el Observatorio de Huelgas Laborales del COES, muestra que las huelgas –principal indicador de la conflictividad laboral– han ido en aumento. En 2015, en particular, hubo 382 huelgas, mientras que en el periodo 2010-2014 el promedio fue de 306 huelgas por año. Los datos del COES también indican que hay un número más alto de trabajadores comprometidos en cada huelga: entre 1990 y 2006, el promedio por año fue de 252.000 trabajadores, mientras que en el período 2007-2015 este promedio se cuadruplicó a 1.071.000. ¿Qué motiva la realización de estas huelgas? En el año 2015, la principal reivindicación (69%) en el sector privado fueron las remuneraciones. En el sector público, en contraste, los conflictos se produjeron sobre todo por problemas ligados al proceso de trabajo y producción (66%).
Un análisis exhaustivo sobre la conflictividad laboral debe necesariamente considerar las huelgas extralegales, esto es, todas aquellas huelgas que se realizan por fuera del marco de la negociación colectiva reglada. Complementando los datos de la Dirección del Trabajo –los cuales sólo incluyen las huelgas legales– el Observatorio de Huelgas Laborales del COES registra sistemáticamente las huelgas extralegales en base a archivos de prensa nacional. Durante el período 1979-2014 tendieron a prevalecer las huelgas legales (con excepción de los años 1998-2003). No obstante, considerando tanto el sector privado como el sector público, en 2015 las huelgas extralegales se volvieron más numerosas que las legales (206 y 176, respectivamente). Si revisamos solo el sector privado, las huelgas legales superaron a las huelgas extralegales en el año 2015 pero estas últimas movilizaron a casi cuatro veces más trabajadores que las primeras (25.368 versus 100.917 trabajadores).
¿Tendrá la reforma laboral la capacidad para canalizar esta conflictividad laboral? Es muy temprano para responder esta pregunta pero cualquier diseño de política pública debiese incorporar en su diagnóstico las tendencias tanto de la huelga legal como la extralegal y buscar entender por qué estas últimas están siendo tan atractivas para los trabajadores.
