Por Dariela Sharim
Investigadora Asociada de COES
A comienzos del mes de mayo, tuvimos la visita del profesor Vincent de Gaulejac, Doctor en Sociología, Profesor emérito de la Universidad Paris Diderot, Presidente de la Red Internacional de Sociología Clínica, autor de más de una veintena de libros, entre los cuales se cuentan La neurosis de clase; Los orígenes de la vergüenza; La lutte de places; La société malade de la gestión; Travail – les raisons de la colère.
En su estadía en Santiago, presentó su trabajo en dos líneas. Una, acerca de los contextos y conflictos laborales, en el marco de la Escuela Chile-Francia en una ponencia titulada “La sociedad paradojal” y, otra, sobre el Sujeto frente al conflicto, en un Taller de trabajo organizado por COES.
De Gaulejac propone un “Enfoque Clínico” para la investigación e intervención en Ciencias Sociales, focalizado en la articulación de la subjetividad para la comprensión de las problemáticas sociales.
En el taller realizado, dio cuenta de esta aproximación proponiendo una modalidad de trabajo que permitió un ir y venir entre la experiencia y la teoría. Con un dispositivo que incluyó las dinámicas del árbol genealógico y el sociodrama. El grupo de participantes, principalmente estudiantes de doctorado y máster, se desplegó para un análisis acerca de la manera de lidiar con los conflictos en nuestro país a partir de las propias experiencias conflictivas.
Uno de los focos de la discusión fue la persistencia -aunque la edad promedio de los participantes no sobrepasaba los 30 años- de experiencias traumáticas ligadas al período de la dictadura chilena, como testimonios que no encuentran aún un lugar en la memoria colectiva, a pesar del tiempo transcurrido y de los intentos por difundir lo sucedido. No basta el hablar o el testimonio, pareciera que las experiencias de violencia social requieren de una escucha que permita una elaboración colectiva que conlleve a una materialización que legitime esa memoria.
A esta modalidad de trabajo, de Gaulejac le denomina “grupos de implicación y de investigación”. En estos, los participantes trabajan sobre su historia para tratar de entender mejor los conflictos. La idea de la implicación y la investigación tienen que ver con desarrollar en un solo lugar el trabajo sobre sí mismo y la aprehensión de los mecanismos y procesos que operan para entender los conflictos de la propia historia. Habitualmente estos esfuerzos están separados. El trabajo sobre sí mismo suele hacerse en psicoterapia y la investigación en la universidad. Estos grupos tratan de articular en un mismo espacio esa doble preocupación que da cuenta de la dimensión psicosocial de los conflictos de una sociedad.
De este modo, la propuesta que trae de Gaulejac nos abre al descubrimiento de un nuevo enfoque de trabajo. Uno que rompe con los límites disciplinarios autoimpuestos y aboga por la «indisciplina». La invitación es a abandonar las divisiones académicas/disciplinarias cuando éstas impiden pensar y comprender lo existencial, lo personal y la complejidad de las relaciones socioafectivas. Se trata de poner las disciplinas al servicio del objeto de estudio y no a la inversa. En este sentido, la propuesta de la sociología clínica nos abre a una comprensión más integradora de los relatos y experiencias personales en sus dimensiones psíquicas, de individuo social y del sujeto.